recibieron ese nombre después de la Segunda Guerra Mundial?
El éxito es reciente, pero el nombre “bebé reborn” hace referencia a las muñecas que, en la época de la guerra, se usaban para llevar esperanza a los niños. Se restauraban juguetes antiguos, se reinventaban y así “renacían” (traducción de reborn al español). Ya en la década de 1990, la búsqueda de este hiperrealismo fue vista como arte y hoy, la palabra se usa para designar el proceso artesanal con el que se fabrican estas muñecas.

se convierten en niños?
Tranquilos, no es así… Es que, tras la fiebre por los bebés reborn, el mercado se expandió y ahora existen “niños reborn”. Estos muñecos hiperrealistas atraen a “madres” no solo por su tamaño un poco mayor en comparación con los bebés, sino también por la posibilidad de peinarlas.

pueden costar hasta 15 mil reales?
Los muñecos convencionales se venden por precios entre 350 y 2 mil reales. Pero, como cualquier mercado en crecimiento, los modelos más caros captan a un público aún más interesado en el realismo y la exclusividad. Los ojos vienen de Japón, el cabello se coloca hebra por hebra, las venas se dibujan con pinceles finos y el uso de pinturas y barnices de alta calidad puede hacer que una sola muñeca cueste hasta 15 mil reales.

por más quietitos que sean, pueden dar trabajo?
Aunque físicamente sean diferentes, lo que todos los bebés reborn tienen en común es que son muñecos: no lloran, no duermen, no se despiertan… pero pueden hacer pipí. Ya existen modelos que “hacen sus necesidades”. Son muñecos más caros y resistentes al agua, por lo que pueden ser bañados, “ser amamantados” y hasta “orinar”.

Fuentes: G1, Exame y CNN Brasil.

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