Información publicada en Joca 244
La hazaña fue realizada por el británico Ryan Luney, el 12 de abril. Para obtener el título, se prendió fuego y ejecutó siete saltos mortales hacia atrás en 30 segundos. Ryan fue asistido en todo momento por un doble de riesgo y paramédicos, además de usar un traje especial. Mientras hacía las acrobacias, la ropa comenzó a quemarse y a caerse. Al finalizar los 30 segundos, se tiró al suelo y los socorristas usaron un extintor y una toalla para ayudarlo. Ryan no sufrió heridas.
Atención: la acción fue realizada por profesionales, en un entorno controlado y con un equipo de seguridad.
Fuentes: Galileu, People y Guinness World Records.
Ainda não é assinante? Assine agora e tenha acesso ilimitado ao conteúdo do Joca.
Você precisa fazer o login para publicar um comentário.